Me Acuerdo

Y yo me acuerdo cuando te entregaste a mí
 Me acuerdo cómo me aferraba yo a ti
 Y yo me acuerdo de tus caricias
 Y no importa el tiempo
 En la vida no habrá amor como el nuestro
 Que no tiene final
 Y la muerte no nos pudo separar
 Hoy, a pesar de que el recuerdo sigue hablándome bastante de ti
 Ya no me mata de tristeza por la fe en que tú esperas por mí
 Hoy mi alma espera tu retorno para verte y tenerte yo aquí
 En la agonía yo me encuentro, veo tus lágrimas y sufro por ti
 Me acuerdo de esos amores, como el de Pedro con Celia
 Por más que él quiso ser fuerte, se marchó junto con ella
 La gente me habla de amores, pero no comprenderían
 Que cuando acabe mi aliento, mi alma contigo estaría
 Mi alma te sufre y se estremece
 Mi amor por ti jamás perece
 Estoy vagando, estoy llorando
 Estoy sufriendo, sigo esperando
 Y yo me acuerdo de tus caricias
 Y no importa el tiempo
 En la vida no habrá amor como el nuestro
 Que no tiene final
 Y la muerte no nos pudo separar
 Hoy, a pesar de que el recuerdo sigue hablándome bastante de ti
 Ya no me mata de tristeza por la fe en que tú esperas por mí
 Hoy, a pesar de que aún la vida es dura por la soledad
 Me alegra el hecho de que un día nos veremos en la eternidad
 Aún recuerdo la sonrisa que provocaba la mía
 De tus labios santos que me completaban el día
 Y era pura chulería, pura cosa buena
 Hasta que se fue tu vida, y la mía entró en condena
 Pero hoy de tu tragedia solo me quedan huellas en el alma
 Pues un ángel del cielo me dijo que tuviese calma
 Que te veré de nuevo cuando de este mundo salga
 El mar se agitará, se afectará la luna
 Vendrá el momento en que de estrellas ya no habrá ninguna
 El sol se cansará, todo será cambiado
 Pero tú y yo tenemos la promesa del Gran Soberano
 Donde no hay muerte ni maldad
 Pues por encima de cualquier cosa que exista
 Siempre ponen su verdad
 Amores como el nuestro en la vida no lo habrá
 Mi alma te espera, no lo soporta
 Es tu recuerdo el que me grita
 Hoy, a pesar de que el recuerdo sigue hablándome bastante de ti
 Ya no me mata de tristeza por la fe en que tú esperas por mí
 Hoy mi alma espera tu retorno para verte y tenerte aquí
 En la agonía yo me encuentro, veo tus lágrimas y sufro por ti